Mallorca - Jardines de Alfabia y Sóller

Ruta por los Jardines de Alfabia y Sóller

De camino a Sóller y a 17 km de Palma, se encuentran los Jardines de Alfabia, muestra de casa señorial mallorquina. Alfàbia es un conjunto de casa, jardín y huerto ubicado en Bunyola, en medio de la Sierra de Tramuntana. La historia de la casa y los jardines ya está documentada en época de dominación árabe.
En su libro Crónica del viaje de Sus Majestades y Altezas Reales a las Islas Baleares Cataluña y Aragón, Antonio Flores, cronista de la reina Isabel II, que visitó Alfàbia en el año 1860, afirmó sobre la finca: "La entrada a la quinta de Alfabia es suntuosa, pero la salida por la parte opuesta es una maravilla. Entrar en la casa que es de regulares dimensiones, atravesar sus principales salas, que están corridas y asomarse a la galería que se extiende alrededor del jardín, es quedar absorto y suspenso entre el panorama más variado y más bello que pueda soñar la imaginación humana. A pesar de que la pintoresca sierra de Alfabia se anuncia antes de llegar a la quinta, todavía sorprende que a espaldas de aquél edificio se oculte una naturaleza tan bella y caprichosa. Parece que la naturaleza y el arte son obras de una mano. No se sabe dónde acaba el jardín y dónde empieza la montaña, ésta y aquél parecen una misma".
Gracias al peculiar microclima de la zona la alquería dispone de agua todo el año. Agua que alimenta a los limoneros y naranjos de su huerta, a los álamos, palmeras, jazmines y lagos de sus jardines y al famoso juego de aguas protagonista indiscutible del conjunto, formado por una pérgola de setenta y dos columnas y veinticuatro hidras de piedra a modo de fuentes.

La estancia está abierta al público y la casa, cómoda e íntima es más una casa de campo que una mansión aristocrática. En su fachada principal destaca el artesonado mudéjar, los colcadors o poyos para montar las caballerías y sus enormes puertas chapadas en bronce.

Una vez finalizada la visita nos dirigimos a Sóller, municipio mallorquín situado en la costa noroeste de la isla, en el fondo de un fértil valle poblado de olivos milenarios y huertos de naranjos. Es el lugar idóneo para la práctica del senderismo, gracias a su extensa red de caminos, algunos de ellos empedrados, que surcan sus montañas y otear desde ellos el mar.

A 3 kilómetros de Sóller y comunicado con este a través del Túnel de sa Mola se encuentra el Port de Sóller, importante núcleo turístico, donde visitar La Torre Picada, construida para la defensa de la costa de piratas y corsarios o el Oratorio de Santa Catalina reconvertido en el Museo del Mar. El Puerto de Sóller es uno de los pocos refugios para los navegantes en la costa norte de Mallorca, la espectacularidad de la cual se puede admirar durante una de las excursiones con embarcaciones que salen del puerto.

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